Lunes 17 de diciembre de 2012
Edwin R. Jusino | Desde la Tribuna
Con el final del año 2012 es buen meditar sobre lo que pudo ser, y lo que ha sido. En torno al profesionalismo, el 2012 marca el segundo año consecutivo donde el proyecto comenzado en el 2008 ha muerto.
¿Qué fueron los factores que dieron una puñalada al profesionalismo en Puerto Rico? Lo primero fue la localización de los clubes, en municipios que tradicionalmente no apoyan ni equipos, ni mucho menos el fútbol. Por consiguiente, la inversión del capital no fluyó.
Si queremos retomar el profesionalismo en Puerto Rico, se debe crear un plan maestro. Ese plan debe incluir una liga mancomunada donde todos los dueños de equipos reciban ganancias igualitarias. Lo segundo que se debe tomar en cuenta es que la liga debe ser separada de la Federación. ¿Por qué separada de la FPF? La Federación se abre a la posibilidad de violaciones éticas. El mero hecho de que la liga sea parte de la Federación, pudiera favorecer a un club u a otro dependiendo de quien apoya a quien.
Si queremos una liga profesional de alto nivel, la Federación debe quedarse fuera de sus asuntos administrativos lo más posible.
Segundo, la liga debe considerar los siguientes municipios para incluir equipos en dichos pueblos: Bayamón, San Juan, Toa Baja, Ponce, Guayama, Añasco, Mayagüez, Juncos, Maunabo y Cayey. Estos pueblos tienen tradición futbolística o la han ido creando en recientes tiempos. Bayamón cuenta con las mejores facilidades de balompié a nivel Puerto Rico. San Juan, por su parte, puede incluir un modelo donde la Universidad de Puerto Rico esté involucrada en el desarrollo del equipo profesional o considerar algún club que tenga una mezcla de jugadores de Roosevelt, Barbosa, Quintana, Bosco, y Gallitos.
Toa Baja, con un buen grupo inversionista, pudiera convertir el pequeño estadio que hay en Levittown en unas facilidades aptas para la práctica de fútbol. Lo mismo con Guayama, Añasco, Maunabo y Cayey. Ponce, y Juncos fueron municipios exitosos en el profesionalismo y son claves en una futura liga profesional. Mayagüez necesitará crear un plan de trabajo que involucre al Colegio de Mayagüez para atraer fanaticada; pero además de eso tienen un sólido estadio y varios clubes de base que pueden aportar al crecimiento de dicha franquicia.
Tercero, la liga debería formular un plan maestro de mercadeo. Sin mercadeo no hay movimiento de las masas. Una unión con la Universidad de Puerto Rico y su escuela de Empresas pudiera brindar un excelente programa de mercadeo, que pudiera también servir de taller para los estudiantes de mercadeo.
Finalmente, la liga también pudiera integrar una alianza con la Liga Atlética Interuniversitaria y la NCAA para crear un draft de jugadores tal y como existe en la MLS. Además, esto pudiera abrir la puerta para abrir una franquicia de la liga profesional en la Islas Vírgenes lo que pudiera ser atractivo en términos de mercadeo.
Espero que los miembros de la Comisión de lo Profesional de la Federación tomen nota de estas sugerencias, para encaminar nuevamente el proyecto profesional. El mismo es necesario para darle continuidad a los miembros de las selecciones nacionales inferiores y taller para mantenerlos activos el año entero.