La final del próximo domingo en el estadio de River podría marcar el final del formato actual; desde agosto se iniciarán gestiones para reunir en un mismo torneo a los países sudamericanos y norteamericanos. Por Fernando Czyz, canchallena
21 de Julio de 2011 – 09:31
Con un antecedente fresco como la Copa Libertadores para los clubes, el escenario de la remozada competencia de selecciones no implicaría la desaparición de la Copa de Oro de la Concacaf, que seguiría clasificando al campeón para la Copa de las Confederaciones, pero se mudaría a los años pares olímpicos para coincidir con las fechas de la Eurocopa.
De esta manera se liberarían los años impares post Mundiales para que se realice la nueva Copa América con 16 participantes del continente y sin invitados, con una fase previa de clasificación para los equipos del Norte y el Caribe que comenzaría a principios de año.
«Más de una vez hemos hablado y pensado, ¿para qué negarlo? Pero nosotros no tendríamos ningún inconveniente en que la Concacaf asumiera la presidencia de la primera etapa», fue la frase del paraguayo Nicolás Leoz, presidente de Conmebol, que marcó el primer puente a sus colegas de Concacaf.
Alfredo Hawit, presidente interino de la Confederación que nuclea a las asociaciones del norte, habría recogido los pareceres de los distintos países y en el período agosto/septiembre tendrá diversas reuniones con sus pares de Conmebol para avanzar en el proyecto.
Las principales trabas son las económicas porque implicaría abrir un negocio que hoy manejan los principales referentes sudamericanos en los rubros de televisación, organización, merchandising, ticketing -entre otros- para conciliar con dos mercados ambiciosos y voraces como el estadounidense y el mexicano, que mantienen su reino futbolístico en el norte.
El primer gesto, consensuado en Conmebol, sería justamente de otorgarle la posibilidad de organizar la próxima Copa América a México en 2015 en lugar de Brasil, al que le tocaría por la rotación alfabética que se inició en 1987 y que en Argentina 2011 comenzó su segunda vuelta.
Con el formato que tienen los sudamericanos en la cabeza, los 10 equipos de Conmebol seguirían ingresando directamente al torneo y de las 40 asociaciones que integran Concacaf habría una eliminatoria, que exceptuaría de las primeras fases a los grandes de la región.
Sin embargo, no se descarta que Concacaf utilice el ranking FIFA al final del Mundial de Brasil en 2014 para determinar los seis mejores clasificados con clasificación automática para la nueva Copa América, para evitar llenar el calendario de nuevos partidos.
De esta manera, y como sucedió lentamente con la Copa Libertadores, Conmebol y Concacaf transitarán el camino hacia una nueva Copa América que reúna a las selecciones de norte y sur, pero manteniendo la clasificación del mejor sudamericano para la Copa de las Confederaciones mientras la Copa de Oro seguirá otorgando el pasaporte al resto del continente al año siguiente.