Durante la pasada semana, el estadio Juan Ramón Loubriel volvió a ver unas caras bastante conocidas. Los Islanders de Puerto Rico regresaron a la grama de “La Islandera” para empezar sus entrenamientos de pretemporada del año que más expectativa ha creado en la historia de la franquicia.
Y no es para menos. De vuelta está todo el elenco estelar de la pasada temporada, encabezado por el Jugador Más Valioso, Jonathan Steele; el Defensa del Año, Cristian Arrieta; y el Portero del Año, Bill Gaudette.
No les voy a mentir, eran varios los que se veían sobre peso en la primera práctica. No obstante, el fuerte régimen de entrenamiento del director técnico Colin Clarke, y su asistente Adrian Whitbread, los tendrá de vuelta en forma en las primeras dos semanas de práctica.
“Entramos a la temporada con muchas ganas. Tuvimos una gran temporada el año pasado y ahora tenemos que mejorar. No podemos tener nada por seguro, llegamos a donde llegamos por el gran trabajo y esfuerzo que realizamos y tenemos que reproducir eso. Te garantizo que lo haremos”, dijo Clarke al culminar la primera práctica.
Para enfrentar la temporada que se avecina, la gerencia de la “Tropa Naranja” ha preparado una exigente pretemporada. Durante un viaje a Florida, los Islanders enfrentarán al Fire de Chicago, al Crew de Columbus y a la Universidad de South Florida. Luego, el sábado 21, reciben al DC United en el Loubriel.
Ya de por sí es un éxito que los isleños hayan conseguido fogueo contra tres buenos rivales de la Major League Soccer. A mi entender, todo se debe al éxito de los Islanders en la Liga de Campeones de la Concacaf, la cual enseñó al resto de América el buen nivel de competencia que posee el club puertorriqueño.
Se salvó el Santos Laguna
¿Recuerdan cuando escribí sobre el “Cuco Canadiense”? ¿El hecho de que alguien tendría que jugar contra el Impact de Montreal en temperaturas al punto de congelación en los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf? Pues pueden echar todo eso por la borda.
La Concacaf anunció que el Impact va a jugar su partido local de la Liga de Campeones en el estadio Olímpico, el mismo que sirvió de hogar a los Expos de Montreal. Si recuerdan, el estadio es bajo techo, por lo que ambos equipos se evitarán jugar bajo nieve. Tal parece que las oraciones de los jugadores del Santos fueron contestadas, ya que si una lluvia los desmoronó en el estadio Juan Ramón Loubriel, no me quiero imaginar lo que les hará un par de copos de nieve.
Por otro lado, la movida al estadio Olímpico va a ayudar la economía del club. El Impact anunció que ya han vendido más de 20,000 boletos para el partido, y esperan llegar a la meta establecida de 30,000 localidades. El estadio Saputo, hogar del Impact, sólo tiene espacio para 13,000 personas.
El Sevilla va a ganar la Copa del Rey
Muy pocas veces me dan presentimientos, y si me dan, son menos las veces que los hago públicos. No obstante, tengo esta espinita de que el Sevilla va a ganar la Copa del Rey española. Ya sé que en estos instantes me están tildando de loco por no apostar al Barcelona, pero no me importa.
¿Vieron la manera en que el Sevilla pasó a la semifinal? ¡Qué gran triunfo sobre el Valencia! Ver la repetición del gol de Sébastien Squillaci en el minuto 89 me recuerda la hermosura del fútbol, ese deporte en el cual todo puede cambiar de un segundo al otro. Ahí estaba el Valencia con el partido empate, 1-1, y la eliminatoria en su control, cuando vino el defensa francés y viró la tortilla a favor de los andaluces.
Al ver el gol de Squillaci, no me imaginé cómo el Sevilla podría caer eliminado en esta Copa después de un triunfo como ése. Cuando cosas así pasan, es que el mismo destino apuesta al triunfo, y de una manera u otra, va a suceder. Por ende, creo que el Sevilla siempre va a encontrar la manera para ganar. De pasar la semifinal contra el Athetic de Bilbao, el club de Nervión, muy probablemente, se verá las caras con el Barça en la final.
Recuerden que la final de Copa es de un solo partido, y en 90 minutos cualquier cosa puede pasar. La última vez que el Sevilla y el Barcelona se enfrentaron en un partido de campeonato, los rojiblancos se llevaron la Súper Copa de la UEFA en el 2006, 3-0.