
Este pasado viernes 1 de diciembre concluyó la trayectoria internacional con Puerto Rico de la otrora capitana de la Selección Nacional de Fútbol, Laura Suarez. Mi trayectoria como periodista es contemporanea con el comienzo de Laurita, como le conocen sus allegados, y hasta este pasado verano, no me podía imaginar una Selección sin Laura Suárez. Pero el tiempo no pasa en vano y el cuerpo te traiciona poco a poco.
Mi relación con Laura Suárez es una complicada. Por muchos años la consideré una amiga, aunque luego se haya convertido en una conocida por las posturas editoriales que he tomado en este medio en relación a las acciones tomadas por la administración del Puerto Rico Sol FC y luego por su apoyo político como delegada de los jugadores en la Asamblea General a la actual administración federativa.
Una de mis primera memorias de Laura Suárez fue a través de las Puerto Rico Capitals. En 2009 las Puerto Rico Capitals organizaron la Copa T-Mobile de fútbol femenino y un equipo, dirigido por el legendario entrenador argentino, Richie Romano, llamado Boca Albergue hizo su debut goleando 9-0 al equipo del Bairoa FC. Karina Socarrás anotó uno de sus primeros «hattricks», pero Laura también debutó en ese torneo como goleadora.
En aquel momento el fútbol femenino venía en un crecimiento increible. La Liga Superior Femenina estaba empezando a coger tracción y había toda una generación de jóvenes con hambre de demostrar que podían jugar igual o mejor que los varones. Esa Copa T-Mobile fue establecida en las postrimerías del proyecto de las Puerto Rico Capitals, que entre circa 2007-2008 fueron el primer y único equipo femenino puertorriqueño en jugar en una liga femenina de los Estados Unidos.
Diciembre de 2009 fue una de las primeras veces que Suárez estaría convocada a una preselección. Lo que hubiera sido el debut de la Selección Nacional femenina en Juegos Centroamericanos y del Caribe en casa, la preselección de Mayagüez 2010, que inicialmente estaba bajo el mando del experimentado entrenador puertorriqueño y uno de los primeros en impulsar el fútbol femenino en Puerto Rico en la década de los 1970, Oscar Rosa, no pudo jugar en Mayagüez y el evento fue movido para Venezuela porque la FIFA no aprobó los estadios de Aguada y de Cabo Rojo.
Mónica Sánchez, Laura Suarez, Deysla Reyes, Desiree Meléndez, Tery Ann Cepeda, Natasha García, Nicole Rodríguez, Angie Mar Félix, Denise Soltero, Patricia Chapa, Jazmín Lora, Lizet Cifredo, Valeria Montalvo, Gabriela Vaquer, Zahimara Fantauzzi, Deyalis Rosario, Cristina Quinteros, Rocío Hernández, Carmen Reyes, Vanessa Toussete, Jackeline Cruz, Jackeline Guerra, Tara Mendoza, Marta Liz Taboas, Alexa Cardona, Julie Arroyo, María Aquino, Sofía Grossman, Viviana Fiol, Nirka Denisse Meléndez, Desire Meléndez, Silvia Lugo, María Inés Lugo, Aixa Pedraza, Kala Denizard, Hana Ospina, Kiomi Cruz entre otras.
Una memoria vívida que siempre tendre de Laura Suárez fue en una final de la Liga Superior Femenina entre las vaqueras del Bayamón FC y las marlins del CD Barbosa en mayo de 2013. No muchos se recordarán que Laura Suárez no solo es una jugadora de medio campo, sino que por mucho tiempo también llegó a fungir como defensora. En esta final Suárez estaba jugando como defensa y en un momento de calentura, impulsividad e inmadurez, Suárez agredió a Tery Ann Cepeda, luego de que esta agrediera a Natalia «Pickle» González.
Fue la primera vez que vi una situación a esa escala ocurrir en el Juan Ramón Loubriel a nivel femenino. Desde ese día nunca he puesto en duda el compromiso de Suárez de salir en defensa de sus compañeras de equipo. Dejó a su equipo con 10, y aunque el Bayamón FC ganó el campeonato esa noche, entre los varios mensajes que envió fue uno importantísimo: si se meten con una de las mías, yo voy para adelante.
¿Fue correcta su reacción violenta? En el marco general no. La violencia nunca debe ser una contestación dentro de un campo de juego, mucho menos cuando perjudicas al equipo dejándolo con diez. La misma Suárez me lo llegó a confesar más adelante, que ella reconocía que actuó mal. Para mí, esa confesión demostraba que Laurita tenía la integridad moral para reconocer cuando erra; cualidades importantes de una líder.
Laura se convertiría en una líder, dentro y fuera del terreno de juego, en todos los equipos en los que participaba, fuera o no la Selección. Toda su trayectoria como jugadora ha sido una de constante lucha por los derechos de las jugadoras de fútbol. En 2016, fue una de las jugadoras que firmó una carta protestando el percibido mal trato del exentrenador de la Selección Nacional femenina, Carlos Avedissian.
Laura Suárez fue la primera jugadora en ser galardonada como Jugadora del Año en los Premios Fútbol Boricua en 2012 y la primera en repetir el galardón en 2016. Solo Ángela Díaz (2018-2019 y 2019-2020) ha podido lograr la misma gesta de repetir como jugadora del año en los Premios Fútbol Boricua que se celebran desde el 2012.
Siendo capitana del Puerto Rico Sol se rehusó a concederle una entrevista al podcast Tricolore de este medio porque desde su perspectiva, entendía que estabamos siendo injustos con el proyecto de Puerto Rico Sol FC. Es de conocimiento público que este medio criticó la atropellada manera de nacer del Puerto Rico Sol FC y sus subsiguientes malos manejos administrativos. Meses más tarde, la excapitana de la Selección Nacional de Puerto Rico, Karina Socarrás, y Leilany Rivera dejarían las filas del Puerto Rico Sol FC por «falta de pago y promesas no cumplidas».
Suárez no tardaría en seguirlas; y su rumbo fue el Levante UD en España, su segunda oportunidad internacional. Su primera lo fue con el Malabar Superstars de la TTWolf de Trinidad y Tobago.
Suárez fue una de las líderes de las protestas en contra de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) bajo la administración de Eric Labrador en una serie de amistosos ante la Selección de Argentina. «Entre los diversos reclamos que las jugadoras de la Selección Nacional hacen es el regreso del ex técnico de la Selección Nacional, Shek Borkowski, igual paga por igual participación en las Selecciones Nacionales, y tener más voz dentro de las decisiones de la FPF», reportamos en aquel momento.
Ninguno de esos puntos serían concedidos por la subsiguiente administración federativa de Ivan Rivera Gutierrez. Borkowski nunca regresó a las Selecciones Nacionales, por más que los rumores circulaban en aquella elección del 2018/2019 de que Rivera lo traería de vuelta y dejaría fuera a David Guillemat, quien era el entrenador de la Selección para aquel entonces; a las jugadoras de la Selección Nacional no se les paga por representar a Puerto Rico (hasta donde tengo entendido) y ¿se les ha dado más voz dentro de las decisiones de la FPF?
Suárez, como delegada de los jugadores en la Asamblea General, fue quien presentó unas enmiendas que terminaron siendo la causante de que las elecciones del 2018 fueran en marzo de 2019. Entre aquellas enmiendas a los estatutos se encontraba que hubieran 2 representantes de los jugadores en la Asamblea General; esa enmienda, como las que limitaban los términos de los miembros del Consejo a uno solamente, por excepción del presidente que se le limitaba a dos, nunca han vuelto a ser presentadas.
Estoy seguro que desde la perspectiva de Laura Suárez, sus acciones y decisiones fueron tomadas pensando en el bienestar de las jugadoras de la Selección Nacional. Su relación estrecha con el presidente de la FPF, Iván Rivera Gutierrez, le ayudo abrirle puertas en su carrera pero no creo que haya servido de mucho para adelantar causas a favor del fútbol femenino.
Laura es un reflejo de la trayectoria del fútbol femenino. A principios de este Siglo XXI, el fútbol femenino proyectaba aires de progreso y de rápido crecimiento. Laura es parte integral de esa historia de la Selección. Empezó con un grupo de jugadoras del patio de mucho talento y con perspectivas hacia el futuro, y el viernes se retiró en una Selección donde ahora solo hay una jugadora que se ha desarrollado localmente.
Laura es una anomalía del fútbol puertorriqueño. La mayoría de las jugadoras de fútbol femenino de Puerto Rico se retiran del fútbol alrededor de los 23-25 años, cuando dejan de estudiar y se ven forzadas a unirse a la fuerza laboral o porque se convierten en madres. Hoy día Laura tiene 31 años de edad.
Laura se retira de la Selección en unos de los peores momentos del fútbol femenino a nivel local. De una Liga que entre 2012-2014 llegó a tener 14 equipos femeninos a un 2023 donde solo quedan 4; 5 si en febrero 2024 regresase el equipo femenino del Puerto Rico Sol.
Quiero cerrar con un mensaje personal a Laura Suárez: No importa las diferencias filosóficas entre tu y yo, ambos queremos lo mejor para el fútbol femenino de Puerto Rico. Eres una histórica, no podemos escribir una historia del fútbol femenino sin mencionarte, y mucho menos confeccionar un listado de históricas sin ti. Estoy seguro que cuando tomes la decisión de cambiar tus zapatillas por el pito y el banquillo, y sigues los consejos de entrenadores competentes, podrás lograr lo que María Inés Lugo pudo haber logrado y en un momento estuvo encaminada a lograr… ser la primera entrenadora de la Selección Nacional femenina. Se que lo podrás lograr.
Aunque la administración actual que ayudaste a establecer me expulsó de las gradas del Juan Ramón Loubriel el viernes pasado, negándome presenciar tu último partido como jugadora de la Selección Nacional, espero poder estar, sea en la cabina de prensa o en las gradas, el día que hagas tu debut como seleccionadora nacional; queda mucha historia para ti por hacer en este deporte.
No es un adios, es solo un hasta luego a la afición.