domingo, 12 de abril de 2009
Esteban Pagan/ Saque de Puerta
Que conste que se lo advertí. Me tendrán que perdonar por no poder escribir antes sobre el partido entre los Islanders y el Cruz Azul, pero hoy, domingo, fue que finalmente me reporté a la redacción tras hacer el viaje a Ciudad de México, y luego tomar el receso de Semana Santa. Uno de los grandes debates que ha surgido en cuanto a la eliminación de la “Tropa Naranja” en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf es la manera en que se debe clasificar la recién culminada participación del club puertorriqueño en la máxima competición regional de clubes: un éxito por haber echado por la borda todos los pronósticos, o un fracaso por dejar escapar la oportunidad dorada de llegar al Mundial de Clubes de la FIFA. Veamos…
EL LADO POSITIVO
-El haber llegado a las semifinales de la Concacaf les dio a los Islanders una exhibición nunca antes obtenida hacia el resto de la región, y demostró que el fútbol de la United Soccer Leagues es superior a lo que muchos pensaban.
-El haber sobrepasado la fase grupal le dio a los Islanders el deber, y la oportunidad, de concentrarse a finales de enero del 2009. Los cuatro partidos oficiales contra rivales de calidad, más los fogueos realizados, harán de los naranja el equipo más preparado de la venidera campaña de la USL.
-Aunque finalmente cayeron en penales, la actuación contra el Marathón y el Cruz Azul les dará una confianza envidiable a los isleños. No todo el mundo puede ganar en el estadio Olímpico de San Pedro Sula, así que para la temporada de la USL, los Islanders pensarán que podrán ganar en cualquier cancha de la liga.
EL LADO NEGATIVO
-Los Islanders no pudieron haber tenido una mejor oportunidad para clasificar a la final de la Concacaf. La ventaja de 2-0 obtenida en el partido de ida era una ideal, y la dejaron escapar en un partido de vuelta contra un rival que entraba con cuatro derrotas consecutivas.
-La pobre actuación mostrada en el estadio Azul le restó méritos a la “Tropa Naranja”, a tal nivel que la prensa mexicana los llegó a clasificar como “rudimentarios” y “semiprofesionales”
-¡Los penales! Una vez más, el club puertorriqueño no pudo salir airoso en una tanda de penales. En el 2007 cayeron en Seattle, y cabe destacar que en el partido de fogueo contra Austin cayeron 3-0 en una “tanda amistosa”. Les aseguro que tendrán todo eso en la mente si llega otra tanda en la postemporada del 2009.
La actuación de Clarke
El peso de la derrota ha caído sobre los hombros del director técnico Colin Clarke. Cuando yo estaba en el palco de prensa y recibí la alineación del partido, rápidamente noté el uso de cinco defensas. Se lo comenté al oficial de prensa del Cruz Azul, Manuel Velázquez, que en ese momento estaba a mi lado, y lo primero que me dijo fue: “¡Cinco defensas! ¿Está loco?” En el momento no contesté, porque las palabras de Velázquez me iluminaron. ¿Por qué jugar para no perder?
Claro, con la ventaja de 2-0, la táctica de Clarke es una de las muchas posibilidades para enfrentar un partido de tal magnitud. A mi entender, fue una buena manera de presentarse en la primera parte, pero la realidad es que el técnico norirlandés falló grandemente en un aspecto: el ajuste.
Desde el minuto 32, el Cruz Azul jugó con tan sólo diez hombres. Y comoquiera, Clarke no buscó atacar más y convertir ese gol que aniquilaría al Cruz Azul. ¡Los cementeros estaban con tres defensas!
En la segunda mitad, la entrada de Kendall Jagdeosingh ayudó en las posibilidades ofensivas, pero los naranja siguieron en su juego defensivo. Y finalmente les costó…
Es normal que tras derrotas de esta magnitud, la culpa caiga sobre el director técnico. Ésa es la triste realidad para los dirigentes, en cualquier deporte. Si usas una estrategia cuestionable y te funciona, eres un genio. Si esa jugada no te salió, eres un mal dirigente. Lamentablemente para Clarke, le tocó cargar con el saco de la derrota. Si el Cruz Azul no marcaba ese tercer gol en tiempo extra, el técnico norirlandés iba a ser alabado por todos. Será para la próxima…
Mi opinión…
Llegar a las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf es para los Islanders algo histórico, un lugar donde un equipo caribeño no había llegado en 24 años. Pero siempre quedará esa espinita, por la manera en que los naranja salieron del torneo. Desperdiciar una ventaja de 2-0 en el partido de ida contra un equipo con cuatro derrotas consecutivas es algo inaceptable, ésa es la realidad. No importa si es el Cruz Azul o hasta el Boca Juniors, el club contrario no pasaba por su mejor momento y eso es algo que hay que aprovechar.
No obstante, muchos factores jugaron en contra del club puertorriqueño, lo que llevó al desenlace final. Ya hablamos sobre el plan de juego de Clarke, pero sobre todo, sepan que la altura de Ciudad de México sí les afectó. En la única práctica que realizaron en el estadio Azul previo al encuentro, varios de los jugadores me confesaron que la altura se sentía, pero que esperaban estar mejor para el día del partido. El cansancio y la fatiga eran evidentes en sus rostros. Pero de eso se trata la cancha local…
¿Próximo paso? Para cerrar el tema de la Liga de Campeones de la Concacaf, lo importante para los Islanders va a ser poder mantenerse en la elite regional. Ya adelantaron un paso, al clasificarse directamente a las semifinales de la Copa de la Unión del Caribe. Solamente tendrán que ganar una eliminatoria para asegurar su pase a la próxima “Concachampions”. Sin embargo, en la próxima edición tendrán que demostrar que merecen estar ahí, y poder sustentar el avance que hicieron hasta la semifinal. Ya no serán más los desfavorecidos, y todo el mundo irá tras ellos.
Empata el Toronto FC Cambiando el tema, el Toronto FC del puertorriqueño Marco Vélez cedió un gol en el minuto 87 y se tuvo que conformar con un empate, 1-1, ante el FC Dallas en la acción del sábado en la Major League Soccer. Pablo Ricchetti marcó el tanto por Dallas, que entró al partido con tres derrotas consecutivas, y de esa manera, se apuntó su primer punto de la temporada. Por segundo partido consecutivo, Vélez no vio acción. El boricua solamente jugó en el segundo encuentro de la temporada, cuando disputó los 90 minutos en el empate, 1-1, ante el Crew de Columbus.