El rostro de los Islanders

Rochester, Nueva York – En medio de la temporada futbolística de ensueño que viven los Islanders de Puerto Rico, hay uno de sus jugadores que se goza el momento más que ninguno.

Y no sólo por el éxito de ‘La Tropa Naranja’ este año en la United Soccer Leagues (USL) y en la Liga de Campeones de la zona Concacaf, sino por ser el único jugador puertorriqueño que aún queda en la plantilla del grupo original que debutó el 17 de abril de 2004. Reconocido por sus trenzas y su fogosidad en el campo, Rivera, y Curet por su madre Ivette, se ha convertido en la ‘cara’ y el ‘querendón’ del onceno entre el público de la Isla.

Y por unos minutos, con su característica cabellera algo ‘desgreñada’ antes del partido semifinalista celebrado anteanoche en Rochester, ‘El Pasa’ evaluó para El Nuevo Día la transformación que han tenido los Islanders, de un equipo modesto a una potencia en cualquier escenario en el que se ha presentado en el 2008.

¿Cómo te sientes con el desarrollo que ha tenido esta franquicia en estos cinco años?

“Todos los años he tenido la oportunidad de estar acá y decir que estoy orgulloso de cómo va mejorando la cosa. Cada año aquí ha mejorado todo un poquito. Este año ganamos la liga (serie regular) por primera vez y estoy muy contento de ser parte de esto”.

¿Pensabas al principio que la franquicia alcanzaría este nivel, en tan corto tiempo?

“Sinceramente, en aquel momento no estaba ni seguro de que el equipo se iba a completar. En Puerto Rico siempre se hablaba de hacer un equipo profesional para la liga de Estados Unidos y nunca tuvo éxito. En 1995 se trató y no se pudo. Ya en el 2004 tenía las esperanzas altas, pero igual con la duda de si se iba a formar. Nunca imaginé que el equipo iba a tener este éxito en tan poco tiempo”.

¿Qué te parece ser el único boricua ‘vivo’ de la plantilla original?

“Me hace sentir orgulloso. Obviamente, algo debe tener uno para que lo mantengan aquí durante los cinco años. Son muchos los jugadores que han tratado de seguir y por alguna razón, por algún motivo o cualquier otra cosa, no se han quedado. Gracias a Dios he tenido la oportunidad de estar los cinco años completos y ser parte del éxito que tienen los Islanders ahora mismo”.

¿Cómo ha cambiado del 2004 al 2008 la perspectiva de lo que representan los Islanders para el fútbol de Puerto Rico?

“Los Islanders para mí han cambiado la manera de mirar el fútbol en Puerto Rico. El fútbol antes no era algo que al público le llamaba la atención, ni era un deporte que atraía el público. Poco a poco, con los Puerto Rico Islanders, la gente le ha cogido el reconocimiento al fútbol en la Isla. También ha ayudado a que los niños se motiven. Tienen un objetivo cerca de casa. Ahora se motivan y tienen ganas de jugar fútbol”.

Sigues en la plantilla, pero con tiempo de juego reducido. ¿Qué se siente?

“Estoy trabajando fuerte para volver a donde estuve al principio, que jugaba casi todos los minutos de la temporada. Estos últimos dos años no he tenido suerte. He sufrido dos lesiones que no me han ayudado. Este año empecé con una operación (hernia) y le di la oportunidad a otro jugador (Scott Jones) de empezar. Lo hizo bien y ahora es difícil venir de atrás y ganarle la posición a otra persona. Estoy contento igual, no es que no he jugado tampoco. He tenido mis varios minutos, lo he hecho bien y he tenido los resultados. Sigo trabajando fuerte y con la esperanza de que voy a volver a ser titular”.

¿Cuál es ahora tu expectativa personal como jugador profesional?

“Ahora mismo estoy pendiente a lo que estamos pasando en el momento. Estoy pendiente a la semifinal, estoy pendiente a la Concacaf, estoy pendiente a una final de la liga, que sería la primera para mí. Después de la temporada, en términos personales, ya veremos lo que va a pasar”.

¿Qué te parece ser todavía, posiblemente, el jugador de los Islanders más reconocido por el público en el País?

“Igual sigo muy agradecido con la gente de Puerto Rico que nos sigue apoyando, y a mí como persona. Para mí es un placer ser el que representa al equipo, y más en mi país. Cuando uno está en su país y la gente lo quiere, uno sabe que está haciendo algo bueno. Para mí es un orgullo y seguiré trabajando para que esto siga”.

¿Cuál es la clave para ese reconocimiento, las trenzas o tu juego?

“Puede ser (risas) que se identifican conmigo como boricua. Ellos me vieron crecer en las ligas de Puerto Rico. Al ver el éxito que ha tenido el equipo, y yo ser parte de eso, ya la gente sabe que hay un puertorriqueño metiendo mano ahí y se sienten orgullosos”.

¿Cuál es tu mensaje a la gente que no quiere apoyar a los Islanders bajo la premisa de que es muy limitada la presencia puertorriqueña en la plantilla?

“Las personas en Puerto Rico quieren ver progresar a las personas de su país y su interés es ver a los puertorriqueños, pero lamentablemente esta es una franquicia de la liga de Estados Unidos. Igual que en el Real Madrid puedes ver en la plantilla a lo mejor uno o dos jugadores españoles y los demás extranjeros. Aquí también. Tenemos la oportunidad de tener cinco extranjeros (en cancha) y los demás americanos cuentan como nativos. Sólo espero que nos sigan apoyando, que el fútbol en Puerto Rico siga creciendo y eventualmente van a tener la oportunidad de ver no a uno ni a dos, sino a cuatro, cinco o seis boricuas en la plantilla de los Islanders”.