El recién llegado gerente general del equipo discute los logros y retos de los Islanders
Por Alberto C. Medina Gil / alberto.medina@elnuevodia.com
Los Puerto Rico Islanders han cosechado tantos triunfos que, a veces, es fácil olvidar que la franquicia todavía está en su infancia.
En apenas ocho años de existencia, el club ha ganado un campeonato y subcampeonato en la segunda división del fútbol estadounidense. A nivel internacional, ha alcanzado las semifinales de la Liga de Campeones CONCACAF, la competencia más prestigiosa de la región, y hace dos meses ganó su segundo cetro consecutivo en el fútbol caribeño.
Sin embargo, los logros sobre el terreno no siempre han ido de la mano del éxito fuera de este. Luego de unos primeros años de gran apoyo de parte de unos ‘hinchas’ boricuas que ansiaban un equipo de fútbol en la Isla, la novedad y la emoción se han ido disipando hasta que, hoy en día, solo unos pocos presencian las hazañas de la Tropa Naranja en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón.
El objetivo, entonces, es evidente: “Que venga la gente. Ese es el reto número uno”.
Son las palabras de Eduardo Carvacho, el nuevo gerente general de los Islanders, quien comenzó sus labores al mando de la franquicia hace solo tres meses y no tardó mucho en identificar lo primero que hay que remediar: esa incongruencia entre los logros del equipo en la cancha y los miles de asientos vacíos que la rodean.
“Lo que ha conseguido el equipo a nivel de cancha ha sido espectacular”, apuntó Carvacho. “Ahora el objetivo es tratar de profesionalizar la otra parte: la parte de mercadeo, negocios, ventas, operaciones… todo lo que tiene que ver para que esto sea un paquete perfecto y que el éxito que estamos teniendo en la cancha también se complete fuera de la cancha”, afirmó.
Carvacho, exjugador profesional en Chile —donde se crió— y en Estados Unidos, está particularmente capacitado para asumir ese reto. Aunque este es su primer puesto como gerente general, el también otrora asistente técnico tiene amplia experiencia, precisamente, en las áreas de ventas y mercadeo de clubes de Major League Soccer (MLS) como el Columbus Crew y el FC Dallas.
Los 2,005 fanáticos por juego que —según estadísticas oficiales— promedian los Islanders, no se acercan a los más de 15,000 que atraen esos clubes. Pero, según Carvacho, en muchos otros aspectos, el equipo boricua no tiene nada que envidiarles.
Marca respetada
“Los Islanders son una marca en Estados Unidos que la gente en el fútbol conoce y respeta por lo que ha hecho a nivel internacional, obviamente, y a nivel de las ligas”, explicó. “Llegar a las semifinales de la CONCACAF en el 2008, perder en penales contra Cruz Azul… eso es un hecho histórico muy respetado”.
Parte del reto, según Carvacho, es educar e informar al público sobre el significado e importancia de ese y otros triunfos de los naranja. Es una tarea que se ha complicado en los últimos años, pues, aunque los Islanders han jugado, esencialmente, en una liga que representa la segunda división del fútbol estadounidense, esta fue primero la USL, luego la USSF-2, y ahora la North American Soccer League, o NASL.
La otra parte del reto es, sencillamente, hacer el trabajo para atraer a todo tipo de fanático al deporte y al estadio.
“Necesitamos que los Islanders vayan hacia el público, que vayan hacia el cliente, versus esperar que aparezcan el día del partido”, indicó Carvacho. Esa es la primera parte; la segunda es proveer una magnífica experiencia para todo el que se dé cita en ‘la Islandera’. “Cuando llegas al estadio, ¿qué te doy? ¿Qué te estoy presentando? ¿Cómo te puedo enganchar, más allá del partido? Eso hemos ido, dentro de los recursos que tenemos, mejorando partido tras partido”, manifestó.
La parte de los recursos es esencial. Aunque Carvacho asegura que, a pesar de la escasa asistencia, el equipo está bien, económicamente, no hay duda que un aumento en la taquilla sería más que bienvenido.
Pero, más allá de eso, la motivación de Carvacho y su equipo de trabajo es darle al club ese codiciado ‘duodécimo hombre’ en la cancha. Los Islanders están teniendo otra gran campaña y, según el nuevo gerente general, ameritan y necesitan el apoyo de los boricuas.
“Tenemos una meta para el partido del 17 de septiembre, el último de la temporada regular, contra Carolina, en casa: tener 10,000 personas en el estadio”, expuso Carvacho, quien, eventualmente, sueña con un Juan Ramón Loubriel renovado y lleno a capacidad.
“Porque creo que nuestros jugadores se lo merecen, Puerto Rico se lo merece”.