Viernes 27 de febrero de 2009
Por Edwin R. Jusino/FútbolBoricua
No hay duda que la victoria el pasado jueves 26 de febrero de 2009 de la Tropa Naranja sobre el Club Deportivo Marathon es la victoria de más alto nivel en la historia futbolística de Puerto Rico, mayor que los vastos campeonatos de la Q o de los logros de Fraigcomar. Pero no podemos estar engañados y dejarnos llevar por la superficialidad de la pirámide futbolística de Puerto Rico. La USL en Puerto Rico ha demostrado que siempre será la cúspide de la pirámide local.
Pero mientras uno baja los escalones de esta pirámide comienza a ver problemas serios entre desorganización, falta de visión, conflictos legales internos y con la federación, y una apatía completa por clubes en general, sin mencionar la crisis que impera en cuanto a las finanzas de la federación.
Se entiende que Puerto Rico está pasando por una de las recesiones/depresiones más fuertes en su historia pero eso no quita que las gerencias de los clubes hagan algo y se esfuercen hacer sacrificios que a la larga les beneficiara. Por ejemplo, la falta de publicidad masiva por parte de los equipos, y no la liga. Los equipos deberían seguir el ejemplo de la Tropa Naranja, posterior a la salida del ahora presidente de la Federación Puertorriqueña de Futbol, Joe Serralta.
Los equipos de la PRSL deberían organizarse bajo juntas con miembros que aporten capital para alzar el nivel de la liga. Dueños solitarios están limitados a un capital mientras que una junta de dueños, dirigidos por un dueño mayoritario tiene más alternativas en cuanto al desarrollo de talento local y publicidad se refiere. También una junta de directores o dueños fuerte puede ofrecer mejor salario a los jugadores y resolvería los problemas que equipos como el Guaynabo Fluminense, por ejemplo, enfrentaron donde no pudieron pagar su nomina. También un junte de capital podría traer más auspiciadores no tan solo locales sino que extranjeros que pudieran ayudar a construir la infraestructura necesaria para capacitar las nuevas generaciones de futbolistas.
Claro está, una junta no es nada sin un buen director de relaciones públicas que coordine programas de ayuda comunitaria, proyectos publicitarios, visitas a escuelas públicas como privadas, firmas de autógrafos, entre oras actividades que ayudan la promoción del deporte. Es hora que los equipos se independicen del gobierno lo más posible, y que cuando consigan la infraestructura de estadios y centros de habilitación intensa privados puedan depender de nada de gobierno. El mayor problema en Puerto Rico es que para todo dependemos de fondos gubernamentales y eso tiene que parar ya.
La Federación tiene que cambiar su política interna de agresividad y de despotismo. Estoy de acuerdo con que el proyecto de profesionalismo en la isla, pero también es importante que la base de la pirámide sea fuerte, pues sin la juventud no habrá futbol ya que no podemos depender de las generaciones pasadas que viven en las glorias del beisbol y baloncesto o viviendo las glorias pasadas de Puerto Rico en el futbol por mas diminutas que sean.
Puerto Rico es capaz de llegar a ganar una Copa de Oro y cualificar para los mundiales de clubes y naciones pero se necesita visión para con los clubes y las selecciones mayores. En mi opinión es hora de que haya cabios drásticos de generaciones en el liderato de futbol en Puerto Rico, y que se busque un consenso o un balance entre el profesionalismo que se necesita y la base de juventud que es de suma importancia.