El Mundial de clubes entra en la recta final, y varias cosas quedan claras:
El fetiche de Infantino tiene atractivos. El exotismo y pujanza de los clubes del ‘sur’ como los árabes, brasileños o los africanos. Los cruces entre los europeos y el resto del mundo. Reglas diferentes para los desempates del grupo. Una cámara en la cabeza del árbitro (interesante) con su punto de vista.
Balances de la primera parte: Cuatro equipos de Brasil llegaron a los 16 mejores del mundo (Flamengo, Fluminense, Palmeiras y Botafogo) y pujan por estampar su fútbol de clubes en la élite mundial. Los grandes de Argentina, Boca y River, aportaron color y pasión en los estadios, pero les faltó fútbol.
El Inter Miami, invitado especial muy cuestionado, mostró que tiene méritos y momentos Messiánicos para clasificar a la fase mata-mata, pero no para la prueba definitiva contra el campeón de Europa, PSG, que lo vapuleo 4-0. De los tres clubes de MLS, fue el único en ganar un partido (2-1 contra el Porto).
Pero es un exagerado banquete en verano estadounidense que augura un futuro futbolero sin vacaciones, y un Mundial gigantesco, y ya algunos -sobre todo los jugadores- dicen “basta”. A la vez, se están disputando el mundial de clubes, la Copa Oro, y la MLS, que reinicia su calendario de liga. Indicios claros de saturación.
El Mundial de clubes – con los mil millones ($1 billion!) para repartir a los 32 clubes – no hubiera sido posible sin el dinero y patrocinio de Arabia Saudita. Los titanes de Europa – Bayern Munich, Paris Saint Germain, Chelsea, Real Madrid – ahora van por el cofre que espera en la cima.
Los brasileños llegaron en un momento dulce. La economía del fútbol en ese país potencia los últimos 5 campeones sudamericanos – Atlético Mineiro, Flamengo, Palmeiras, Fluminense y Botafogo – para contratar y pagar figuras Jorginho, Jhon Arias o Richard Ríos – y competir con Europa. El choque de Palmeiras contra Inter Miami, mostró estas diferencias. Palmeiras no había alineado sus atacantes titulares, y perdía 2-0. Cuando hizo los cambios ese 2-0 quedó anulado por la remontada del Palmeiras y un empate 2-2.
En Miami, una zafra de $20 millones obliga a contratar refuerzos, que no llegaron antes del mundial de clubes. Y Messi se empieza a dar cuenta que si quiere llegar al Mundial 2026, el equipo de MLS no garantiza la estructura óptima.
La recta final comienza con los cuartos entre Al Hilal v. Fluminense, dos clubes con amplio mérito. Esto entra en aguas geopolíticas. Al eliminar al Man City (de dueños emiratíes) 4-3 con una remontada épica, los saudíes de Al Hilal ponen su bandera como el representante digno de esa zona con recias rivalidades tribales. También en la mira: el PSG, con su dueño de Qatar. Chelsea v. Palmeiras también presenta otra prueba de supremacía continental.
Los europeos tienen el examen al inicio de su año futbolero. Por el Bayern, Kompany expresó su nueva apreciación por clubes del sur. Filipe Luis, entrenador del Flamengo, admitió que los europeos tienen una superioridad estructural y monetaria;
El Madrid parece ser el mayor atractivo para los espectadores (más si faltan Barcelona y Liverpool), y Florentino ha mandado un mensaje al viajar varias veces desde España, y la exigencia a su nuevo timonel, Xabi Alonso, es que gane este primer torneo de la temporada.
Hubiese querido que algún joven hubiera encantado con una actuación notable. Los Mastantuono, Estevao, Guler, o algunos de los pibes maravillen y digan “mirenme”. Tal vez Kenan Yildiz de la Juve posee la personalidad de decir, ‘soy jugador del futuro y el momento”.
En el Real Madrid, un canterano, Gonzalo Garcia, ha subido a la tarima con goles claves y habrá que darle espacio para convivir con Mbappe y Vinicius Jr. Las modificaciones incluyen el defensa Huijsen, y Valverde es el motor del equipo
Pero hay una tormenta en la distancia. Cuando hay guerras y bombazos por todo el mundo, hostilidad hacia los viajeros, y acecho de agencias gubernamentales a los trabajadores que normalmente consumen fútbol en USA, el deporte dejará de ser refugio y distracción. ¿Quién puede prepararse para otro mundial en 2026, más gigantesco y agotador?

@keyvanantonio es un periodista deportivo boricua con mas de 30 anos de experiencia