Especial para EL VOCERO
13 de enero de 2009 04:00 am
El balompié esta en puro desarrollo en Puerto Rico, y ya se escuchan nombres de jóvenes atletas que han sido reclamados por clubes internacionales. En estos momentos, esta disciplina es la de mayor crecimiento en la Isla.
Cuatro estudiantes de la Escuela Técnica del Albergue Olímpico de Salinas fueron reclamados por el Club Banfield de la ciudad porteña-Buenos Aires, esperanzados en que este grupo de un espaldarazo a sus filas atléticas.
Javier Irizarry (volante), Miguel Soto (portero), Lemuel Sálamo (centro delantero) y Esdras Méndez (enganche) tendrán su prueba frente a los mejores prospectos argentinos.
“Estos muchachos han hecho de todo. Se han ganado el respeto de este deporte, y ahora tendrán que probarse ante individuos de su misma edad, pero con un nivel superior”, dijo su dirigente Ricardo Romano, quien está a cargo de los oncenos del Albergue.
Irizarry y Soto son los primeros que harán el viaje hacia el cono sur, luego llegará la hora de Sálamo y Méndez, quienes esperan su turno con muchas ansias. “Es algo difícil de creer, ya que habían 2,000 argentinos peleando por un espacio de los 33 que había para el desarrollo del club”, vociferó Irizarry, quien cursa el decimo grado, y es ambidiestro.
“Un día, Romano me informó que iba para Argentina a probar suerte, y de inmediato me prepare física y mentalmente para dar lo mejor de mí”, expuso el volante. “Las pruebas fueron bien fuertes, pero nuestra concentración fue superior; nos fajamos mucho. Gracias a esas cositas todo terminó bien”, siguió diciendo.
Por su parte, Soto dijo haber dejado todo lo aprendido sobre el campo argentino. “Fueron 18 días, y no lo pensé dos veces para dejar el alma en esos entrenamientos. Yo comencé a jugar este deporte como medio campo, en el Club Taurino, pero nadie quería proteger la portería, y yo di el paso. Seguí practicándola, luego Romano apareció y me ofreció la oportunidad en el Albergue”, indicó el guardameta, quien también cursa el decimo grado. “Me acuerdo que llegue a Buenos Aires bien positivo, siempre pidiéndole a Dios que me ayudara a conseguir este sueño”, confesó.
“La emoción fue bien grande, algo jamás vivido. Cuando me informaron que había sido elegido comencé a gritar, pero de inmediato cerré la boca, porque no quería se me viera la costura de lo que estaba pasando”, dijo emocionado.
En tanto, Sálamo será otro de los boricuas que destacará en la tierra gaucha, aunque no lo hará al mismo tiempo que sus compañeros, si tiene asegurado un boleto. “A la Argentina fui con un propósito, poder destacar en los ‘tryouts’ del Banfield. Estuve orando porque se diera la oportunidad, y gracias a Dios se me dio. Al principio estuve un poco nervioso, pero al pasar los días comencé a meter el balón en le net; para eso fue que llegue hasta Buenos Aires”, dijo Lemuel.
“El trabajo que ha hecho Romano fue fundamental, para que nosotros diéramos la liga en Argentina. Nos enseña a jugar al nivel internacional, con tácticas y movimientos”, comentó
“Estoy súper alegre. Dios estuvo conmigo. No pude gritar en el momento que me señalaron, porque no quería que se asustaran los técnicos, pero tan pronto llegue al hotel, los gritos se oyeron por toda la calle”, respondió Sálamo.
La primera salida de estos jovencitos será para el mes de agosto.