Guardián del arco naranja
El portero estadounidense es uno de los principales responsables del éxito de los Islanders
MURALLA. Gaudette ha cautivado a los hinchas con sus espectaculares salves.
endi.com
El portero titular de los Islanders de Puerto Rico, William ‘Bill’ Gaudette, se ha convertido en todo un héroe para los fanáticos y seguidores de la ‘Tropa Naranja’, y gracias a sus actuaciones recientes ha ganado incluso atención internacional.
Pero Gaudette, de naturaleza reservada, evita a toda costa hablar de méritos para sí mismo.
“Lo que sea que yo logre es gracias al resto del equipo, al sacrificio de los 10 hombres delante de mí en el campo y los que no salen a jugar, pero que también son parte del equipo. Cualquier éxito es de todos los 25 jugadores y todo el equipo técnico. Yo sólo hago algunas salvadas”.
Gaudette, nativo de un área al oeste de Filadelfia, es el menor de una atlética familia de cinco hermanos, y además es el único varón. Sus cuatro hermanas practicaban hockey sobre césped.
“Crecí viéndolas jugar, en un ambiente muy competitivo”, narró Gaudette en una entrevista exclusiva con El Nuevo Día, en la que detalló que su hermanas incluso llegaron a formar parte del equipo nacional de Estados Unidos y ganaron becas por su desempeño deportivo.
“Desde los cuatro o cinco años comencé a jugar (fútbol). Al principio no era portero, jugaba en el campo. Luego empecé a alternar, un cincuenta-cincuenta en el campo y la portería. A los 14 ó 15 años fue que tuve que tomar la decisión (de convertirse en portero)”.
Gracias en parte al fútbol, Gaudette pudo estudiar en la Universidad St. John’s de Nueva York y obtuvo un bachillerato en Manejo y Administración Deportiva.
“Siempre he pensado en el futuro quedarme trabajando en el negocio (del fútbol), pero la realidad es que ahora mismo no pienso en eso, ahora mi meta está con los Islanders y ese importante juego que tenemos por delante (partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf)”.
Enamorado de Puerto Rico
La oportunidad de jugar en Puerto Rico le llegó de forma sorpresiva a Gaudette.
“Me llamó mi agente y me dijo que Colin Clarke (dirigente de los Islanders) me quería hablar. Yo sabía de él y de su trabajo como coach, en la MLS. Pero de Puerto Rico no sabía nada, solo había estado allí antes una semana de vacaciones. Pero Colin me habló del equipo, de la organización, la oportunidad que tendría de jugar”.
“Fue un cambio grande mudarme al Caribe. Pero Puerto Rico es fantástico, la gente acá es increíble. Me ayudaron muchísimo para que la transición fuera lo más rápida posible. La organización (Islanders) me ayudó grandemente”.
“Mi español ha sido el mayor problema”, dijo Gaudette entre risas, dejando ver que le ha dado no pocos dolores de cabeza. “Es poquito”, dijo en español. “Ahora ya por lo menos puedo sobrevivir con el español que sé”.
“Pero me encanta la gente de Puerto Rico, siempre están disfrutando”.
“Me gusta la música boricua”, agregó Bill, destacando el contagioso reguetón. “También la comida boricua, aunque por la naturaleza de mi trabajo no la puedo disfrutar todo el tiempo. Pero es fantástica”.
“La playa acá es maravillosa. Tengo la suerte de vivir muy cerca de la playa (en Isla Verde), es todo un lujo. Cuando tengo tiempo libre, que no es mucho porque Colin nos tiene un itinerario bien ajustado, me voy a la playa a disfrutar un atardecer, leer un libro”.
Gaudette es un fiebrú del ejercicio. “Paso mucho tiempo en el gimnasio ejercitándome. Además de que me ayuda para mi profesión, es algo que me gusta”.
También le gusta pasear en la naturaleza, como “en el bosque pluvial de El Yunque. Y en Puerto Rico el clima es fantástico todo el año”.
Con la misma habilidad que esquiva los balones bajo una portería, Gaudette evita a toda costa hablar de su vida privada, pero afirmó que disfruta mucho la compañía de su familia.
Ahora su querida familia tiene un miembro “puertorriqueño”.
“Los fans ya me han adoptado como si fuera de Puerto Rico. Es algo que me enorgullece muchísimo y me tomo muy en serio. Cada vez que me pongo la camiseta significa muchísimo, sé lo que representa para ellos (los fanáticos) que me apoyan y me alientan. Ya me siento puertorriqueño. Ya lo llamo ‘home’ (a Puerto Rico). Así que mi familia ya sabe que tiene que venir aquí para verme”.
Responsabilidad y equipo
Como futbolista, Gaudette es uno de los líderes dentro de los Islanders, y a menudo se le observa alentando a sus compañeros de equipo, durante los partidos y las prácticas.
“Creo mucho en el equipo, en el concepto de equipo. Y siempre los apoyo y les doy crédito. Como portero tienes una responsabilidad especial. Ser uno de los líderes del equipo es algo que considero muy importante y de lo que me enorgullezco”.
Su compromiso con la causa naranja no se pone en dudas. En el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones, que se disputó en San Pedro Sula, Honduras, ante el Marathón, Gaudette casi no puede jugar.
“Estaba muy adolorido. Pero al final jugué. Sabía lo mucho que significaba ese partido, no iba a decepcionar a los fanáticos”, comentó Bill, a regañadientes, porque no le gusta para nada hablar de sí mismo o de logros individuales.
¿Y la fanaticada boricua?
“Los fans aquí son increíbles. Yo he estado en muchos países, en México, Brasil, Argentina, Francia, y les aseguro que los fanáticos de Puerto Rico no se quedan cortos ante ningún otro. Ese último juego (de ida por las semifinales de la Liga de Campeones de Concacaf) fue increíble, la gente no se sentaba y cantaba y alentaba todo el tiempo. Fue un ambiente muy especial”.