Arecibo, Puerto Rico – La Universidad de Puerto Rico en Bayamón escribió una página histórica en el fútbol universitario al clasificar por primera vez a la final del torneo masculino de la Liga Atlética Interuniversitaria, luego de imponerse a la UPR de Mayagüez en las semifinales.
El pasado martes 9 de diciembre, los Vaqueros disputaron su primera final de la LAI frente a la Universidad Interamericana. Aunque el resultado fue una derrota 2-0, el logro representa un paso significativo para el programa bayamonés, que continúa afianzándose entre los mejores del torneo. El partido fue dirigido por Héctor Santos como árbitro central, con Yenerick Rodríguez y Jorge Rodríguez como asistentes, mientras que Alejandro Buonomo fungió como cuarto árbitro.
La final cerró una temporada de notable crecimiento para la UPRB. En el 2024, el equipo había clasificado a los cuartos de final al terminar quinto entre once equipos, con marca de cinco victorias, un empate y cuatro derrotas. A pesar de anotar 33 goles y recibir 14, cayeron en semifinales ante la Interamericana con un marcador global de 9-1 y posteriormente perdieron el partido por la medalla de bronce 2-1 frente a la UPR de Mayagüez.
Este año el panorama fue distinto. Los Vaqueros finalizaron terceros en la fase regular con seis triunfos, dos empates y una sola derrota, además de 24 goles a favor y 11 en contra. En la postemporada superaron a la UPR de Ponce con un global de 1-0 y en una semifinal no apta para cardíacos vencieron a los Tarzanes de la UPR de Mayagüez con marcador global de 3-1, asegurando así su histórico pase a la final.
Como parte del proyecto deportivo, el equipo reforzó su plantilla con diez jugadores: Carlos Burgos, Dereck López, Alejandro Gámez, Alejandro Díaz, Gillbert Lebrón, Keniel Rodríguez, Israel De Jesús Maldonado, Andrés Santiago, Josh Mojica y Diego Cancel, quienes aportaron profundidad y competitividad al conjunto bayamonés.
La UPR de Bayamón llegó al partido decisivo con bajas importantes. El capitán Ricardo Rojas y el mediocampista Carlos Burgos quedaron fuera tras recibir doble tarjeta amarilla en la semifinal, mientras que el delantero Diego Cancel fue sometido a una operación de cadera apenas un día antes de la final, lo que limitó las opciones del conjunto ante un rival de mayor experiencia.
El director atlético de la UPRB, Gerardo “Jerry” Batista, destacó la magnitud del logro para una institución de menor tamaño dentro del sistema universitario. “Es bien importante porque somos una universidad pequeña. El programa de fútbol ha crecido muchísimo y Fernando Reyes ha hecho un trabajo espectacular junto a los muchachos, que han trabajado en silencio. Es un equipo joven que prácticamente repite completo para el próximo año. Perdimos contra un gran equipo, uno experimentado que ha llegado a cuatro finales consecutivas”, expresó.
Por su parte, el entrenador Fernando Reyes resaltó el proceso que ha vivido el programa en los últimos años. “Esto ha sido progresivo. El año pasado llegamos a semifinales y perdimos la medalla de bronce abruptamente. Hoy tuvimos una semifinal y una final muy cerradas que me dejan contento. En solo cuatro años hemos logrado estar en una final”, indicó.
Reyes añadió que el crecimiento del equipo responde a una planificación clara y a una cultura de trabajo profesional. “Ha sido un complemento de muchos factores, desde el reclutamiento específico hasta una idea de juego bien definida. Analizamos cada partido con grabaciones y utilizamos sistemas de GPS para evaluar el rendimiento de los jugadores”, explicó.
A pesar del histórico avance, el programa también enfrentará cambios de cara a la próxima temporada. Los defensas Mykhael Mojica y Luis Sánchez no regresarán al equipo tras cumplir con sus cuatro años de elegibilidad en la LAI, cerrando así su ciclo con los Vaqueros luego de ser piezas importantes en la línea defensiva durante este proceso de crecimiento.
El capitán Ricardo Rojas se mostró orgulloso del desempeño colectivo a lo largo del torneo. “Esta temporada fue un orgullo porque nadie creía en nosotros. Trabajamos con todo en contra y llegamos a lo más lejos, que es una final. Somos una familia y eso fue clave”, sostuvo, reconociendo que la inexperiencia y las ausencias pesaron frente a la Universidad Interamericana.
Aunque el campeonato no llegó, la UPR de Bayamón dejó claro que su presencia en la final no fue casualidad. Con una base joven, un proyecto sólido y una identidad definida, los Vaqueros ya miran al futuro con la meta de regresar a la final y competir nuevamente por el título de la LAI.
