John Krause (izq.) y Alexis Rivera (extrema derecha), de los Islanders, buscan frenar el avance de un jugador del Saprissa. (Primera Hora / José L. Cruz Candelaria )
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Esteban Pagán Rivera / Primera Hora
Bayamón. Luego del doloroso empate ante Cruz Azul la pasada semana, parecía que las cosas no podrían empeorar para los Islanders de Puerto Rico anoche ante el Saprissa de Costa Rica.
Pues sucedió. Justo cuando la Tropa Naranja saboreada su primera victoria en el Grupo C de la Liga de Campeones de la Concacaf, Kendall Watson les rompió el corazón a los Islanders y a todos sus fieles al anotar un gol en la última jugada del partido, lo que terminó en otro horrible empate para el club boricua, 1-1.
Watson recibió un centro que cabeceó perfectamente a la izquierda de Gaudette, quien no pudo realizar una última atajada. Triste final para los Islanders, quienes a pesar de sumar un punto, ven su vida en la “Concachampions” pendiendo de un hilo. Ahora, los naranja se ven obligados a ganar en la visita del próximo martes al Cruz Azul de México.
Los Islanders suman ahora dos puntos, mientras que Saprissa ya lleva cuatro. Cruz Azul lidera el grupo con siete y el Crew de Columbus le sigue con seis, cuando restan dos jornadas por jugar.
Al principio, el juego no prometía mucho por las horribles condiciones del césped del Loubriel, que estaba afectado por las fuertes lluvias que cayeron ayer en Bayamón. La bola apenas corría, por lo que parecía una estampa del partido entre los Islanders y el Santos Laguna, que irónicamente cumple hoy un año de aniversario.
Sorpresivamente, Saprissa se adaptó rápido. Jugó al ‘balonazo’ y a aprovechar la velocidad de sus delanteros, lo que resultó en varios avisos en la portería de Bill Gaudette. Sin embargo, los locales fueron de menos a más, y al terminar la primera parte, eran los de naranja los que dominaban el encuentro.
En la segunda parte, los dos clubes salieron enfocados en marcar el primer gol, por lo que ambos porteros se pusieron a trabajar. Los Islanders fueron los más efectivos, aunque el portero morado Keilor Navas se ganó “la dieta” con espectaculares atajadas. Pero el ‘perfume’ no le duró mucho.
En el minuto 72, Josh Hansen puso a vibrar las gradas del Loubriel, con un gol que les dio la ventaja a los naranja.
El tiempo corrió y la victoria se veía venir, hasta que en el tiempo añadido llegó el gol de Watson y cambió el destino.
Una vez más, los Islanders tendrán que tragar profundo y regresar su atención a la United Soccer Leagues, donde inician los cuartos de final el próximo jueves en Rochester ante los Rhinos.