En universos paralelos, el 30 de abril marcó en varios continentes un cambio de eras. En las Américas, Lionel Messi y su equipo mostraron otra vez que el fútbol es un deporte de equipo, cuando el argentino y su equipo se vieron eliminados por Vancouver, de su propia liga.
Horas antes, a las 8 PM de Europa, se vio como el Barcelona mostró que su apuesta obligada por la juventud – con Lamine Yamal, Pedri y Cubarsi a la cabeza y Raphinha como sazón futbolera – ya está dando resultados espectaculares. Un empate 3-3 en Montjuic contra el Inter de Milán fue trepidante, y mostró el talento y desparpajo del nuevo pretendiente al trono del deporte rey, Lamine Yamal. Tres días antes ganaron la Copa del Rey tras 120 minutos intensos contra el Madrid.
En un universo paralelo, otro Inter, apuntalado por glorias pasadas del Barcelona – Messi, Luis Suárez, Sergi Busquets y Jordi Alba (todos mayores de 35 años) , fallaron en su intento de llegar a la final continental, y remontar un resultado adverso contra Vancouver.
Vancouver ganó la ida 2-0. Miami apostaba a otra remontada en casa, como en la ronda anterior. Alba anotó el primero del partido. Pero Messi falló su primer toque y su primer tiro fue dilapidado. Se acercó al gol mientras avanzaban los minutos, pero no atinó y con una impotencia colectiva perdieron 1-3.
En ningún momento estuvo en duda el resultado final o la superioridad de los canadienses, un equipo de fútbol más rápido, contundente y colectivo. El técnico, Javier Mascherano, ex jugador del Liverpool y Barcelona, no ha podido armar el equipo bien. Nadie quiere mencionar la palabra ‘fracaso’.
Se construyó la casa de arriba para abajo. Empezaron por el Zeus en el techo futbolero, Messi. Miami fue mejor la temporada pasada, cuando obtuvo la mayor cantidad de puntos en temporada regular de MLS pero fue eliminado por Atlanta.
La Concachampions se ha convertido en duopolio; equipos de las ligas de México y la MLS se disputan un trofeo que antes proponía candidatos de países como Costa Rica u Honduras.
Los Whitecaps son los mejores de la MLS, y el ecuatoriano Pedro Vite conduce con una zurda educada. Vancouver limpió la cancha, eliminando a trabucos mexicanos como el Monterrey y los Pumas de UNAM, con un gol decisivo en tiempo de reposición en la capital mexicana. Vancouver enfrentará al Cruz Azul mexicano por el trofeo continental.
La gente viene a la cancha a ver algo de Messi. Una gambeta, un memento, una foto, un recuerdo. Tal vez Inter Miami no es el mejor lugar para cerrar su carrera como atracción turistica. Messi escogió Miami por razones familiares y para triangular, pero un equipo de ‘los amigos de Messi’ no basta ni siquiera para la MLS.
En el fútbol, parecen ser tiempos de cambio. El Madrid parece haber cumplido su ciclo en la cima europea. Ahora toca ver quien se subirá al trono europeo: Arsenal, Inter Milan, PSG o Barcelona. Cristiano también se despidió del torneo asiatico con su equipo, Al Nassr de Arabia Saudita, que fue eliminado del certamen de campeones de Asia el mismo día.
Inter Miami no tiene plantel para competir contra los mejores del mundo en el mundial de clubes este verano. Necesita cubrir ciertos puestos para competir en todos los frentes. Defensores centrales que suban a cabecear en balón parado y defensas confiables que cubran cubran huecos en la retaguardia. Y un mediocampista que tenga piernas y disparo de media distancia.
Mientras, tendrán que ver las finales de Europa y Norteamérica, a la misma hora y por el mismo canal.
