Recientemente he leido varias expresiones realizadas al margen del reciente intento de la Selección Nacional de fútbol de Puerto Rico de clasificar a la Copa de Oro. Entre esas expresiones, la que más me ha llamado la atención es el estribillo repetido de que «en Puerto Rico no hay cultura de fútbol».
“En Puerto Rico no hay cultura de fútbol”
Yo:
— Rafa Aldamuy 🇵🇷⚽️ (@aldamuyfutbol) June 23, 2023
La reacción del colega Rafael Aldamuy en este tuit al asunto de este estribillo que es usado como excusa cada vez que Puerto Rico se queda fuera de algún torneo de importancia es el que debemos empezar a tener.
Según la Real Academia Española (RAE), la palabra cultura significa conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Es decir que el modo y el grado de cultura varía basado en la manera que las sociedades desarrollan esos modos de vida y costumbres.
El fútbol en la Isla del Encanto data de finales del S. XIX. Es decir, el fútbol en Puerto Rico no nació con la Federación Puertorriqueña de Fútbol en los años 1930, sino que fue importada a la Isla a través de marinos mercantes y criollos que estudiaban en España. El primer club de fútbol del que tenemos récord de su formación data de tan temprano como el 1905. En sobre 100 años de historia el fútbol de Puerto Rico ha desarrollado una cultura particular, sin embargo cuando se habla de «cultura de fútbol» en general nuestra cultura debe ser vista como una subcultura.
¿Por qué lo digo? Solo hay que ver la última vez que el fútbol llenó el Juan Ramón Loubriel. El año 2012 fue la última vez que el Juan Ramón Loubriel tuvo un lleno total para un partido de fútbol. Casi 20,000 hinchas asistieron al partido entre Puerto Rico y la entonces campeona del mundo, España. Ese día la mayoría de los fanáticos llegaron al campo con más camisas de La Roja que del Huracán Azul.
Solo deben ver este video de ese día para verlo por si propio.
Sin embargo, solo hay que ver la reacción de la mayoría del Loubriel al gol de Marc Cintrón cerca del minuto 60. No hubo una sola persona en ese estadio que no celebró ese gol, con o sin camisas de España.
¿Hay cultura de fútbol en Puerto Rico? Si, pero por razones que estaré discutiendo más adelante el foco de interés de esa cultura no es el fútbol local.
Solo tienen que ver la cantidad de puertorriqueños que celebraron el campeonato de Argentina en el Mundial Catar 2022.
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Hoy día la mayoría de los que participan de la cultura del fútbol en Puerto Rico lo hacen siguiendo a clubes extranjeros o peor aun selecciones de fútbol extranjeras. Solo deben ir a cualquier barra deportiva cuando viene el Clásico o algún partido de la «Champions» europea. Verán más camisetas del Real Madrid, FC Barcelona, Manchester United, etc. que camisas de la propia Selección Nacional de Fútbol de Puerto Rico, o de la Academia Quintana, o Bayamón FC.
Fue quizas durante la segunda época de oro del fútbol de Puerto Rico que la cultura local empezó a incorporar elementos de la cultura internacional más palpables. Esto se puede observar durante el tiempo que existió la Barra Naranja de los Puerto Rico Islanders FC. Entre los hinchas se podía palpa una mezcla de elementos culturales de Puerto Rico, como el uso de la plena y tambores durante partidos a la adopción de terminología internacional como hinchas, ultras, tifos, etc.
Incluso se incorporó elementos de la Copa Mundial 2010 como lo fueron las vuvuzelas.
Esto no quiere decir que previo al 2004 no había cultura ni conciencia de una identidad particular en el fútbol de Puerto Rico.
Por ejemplo, tan temprano como la década del 1910 ya los partidos entre el San Juan FC, el Celtic y el España FC los partidos se llenaban de fanáticos que se vestían en los colores de los equipos y apoyaban de diversas maneras y gritos a sus equipos. Hasta las mujeres se unían en estos partidos.
Ahora bien, ¿por qué permea este mito? Son varios factores, como por ejemplo que por años la historia del fútbol de Puerto Rico se ha olvidado. Como siempre, los políticos controlan la narrativa si las generaciones actuales desconocen de lo que ya ha pasado. A los federativos no les beneficia que usted, lector que me lée, sepan sobre lo que ya ha habido antes.
Particularmente si no tienen logros genuinos y palpables prefieren que los menos posibles puedan compararles con grandes administraciones como lo son Arzuaga, Monroig, etc.
La segunda razón es que las generaciones que actualmente son quienes toman las decisiones a nivel de mercadeo de marcas o sus preferencias son otros deportes o miran los pocos logros que ha tenido el fútbol en los pasados 10 años y no tienen historias positivas que contar.
Además, las marcas comerciales grandes le huyen como el diablo a la cruz a situaciones controversiales… y bueno la Federación Puertorriqueña de Fútbol ha sido la madre de controversias. Peor aun, cuando la Federación boicotea o intenta intervenir en actividades comerciales relacionadas al fútbol no vinculadas directamente a la institución no permite que el mercado crezca.
Sin olvidar que ni la federación ni los clubes mercadean sus equipamientos. La Federación nunca ha querido entrar en convenios con las cientos de tiendas que venden al detal camisetas de fútbol, por tanto dificultando que la marca federativa crezca; los clubes por falta de profesionalismo o fondos de inversión no han podido realizar lo mismo, aunque no es por falta de interés.
Asi que, a pesar de la Federación y sus políticas públicas, en Puerto Rico hay cultura futbolística. Pero la subcultura del fútbol local no ha podido llegar al sitial que debería tener porque las prioridades de los líderes del fútbol están desenfocadas.