Articulo Especial-Editorial
Por: FútbolBoricua
Recientemente en un periódico del país, el presidente de la federación, Joe Serralta, hace una exhortación para que el gobierno invierta un estimado de 100 millones de dólares para construir unos 16 estadios para la práctica del fútbol en Puerto Rico. Se le aplaude al señor Serralta por tomar la iniciativa, pero es la opinión de esta página que 16 estadios es un plan muy irreal, y que se deberían tomar los pasos para construir estadios específicos para la práctica del futbol (SSS) para los equipos actuales de la PRSL. En esta página hemos expuesto en varias ocasiones ciertos locales alrededor de la isla, y ahora más reciente con un enfoque hacia la capital donde se podrían construir dichos estadios.
Pero la realidad del caso es la siguiente: ¿De qué vale un estadio si la hinchada no asiste a los partidos apoyar a su equipo? Es por eso que en vez de usar los 100 millones para 16 estadios, es la opinión de FútbolBoricua que se genere un plan para el desarrollo de 50 millones destinados a remodelar el Paquito Montaner, construir estadios en San Juan, Guaynabo y Carolina. Preferiblemente que estos planes incluyan en ellos las teorías de Crecimiento Inteligente, Nuevo Urbanismo, y TOS (Transit Oriented Development).
Los otros 50 millones los deberían usar 25 millones para una campaña masiva por todos los medios para promocionar el fútbol no tanto como otro deporte más sino como el deporte de manera que los niños puedan identificarse con los jugadores, tras la promoción de jugadores estrellas, y promocionar a los equipos profesionales de la PRSL y en un grado menor a los Islanders. También de esos 50 millones se pudieran usar para costear algo de las remodelaciones del Loubriel.
Los otros 25 millones la federación los debería invertir en las selecciones, organizando amistosos con países del Caribe como Trinidad y Tobago, Jamaica, República Dominicana, Haití y también contra las selecciones de Estados Unidos y Canadá. Estos partidos no solo ayudarían a preparar a los equipos para torneos internacionales, sino que ayudarían alzar el nivel de juego y el interés del deporte en Puerto Rico.
Aun así, la promoción no está en las manos de la federación, pues ni la liga ni la federación debería estar a la vanguardia de este tema, sino que los mismos clubes deberían ser quienes se promocionen. Los negocios no dependen del mercado para promocionarse, sino que son proactivos y buscan la manera de hacerlo. Queremos hablar de profesionalismo pero los clubes no se comportan como entidades de fines de lucro que son. El fútbol es un negocio y se necesita invertir en ellos, pero a la vez hay que saber cuándo y de qué manera pedir.