
Cristian Arrieta (26), de los Islanders de Puerto Rico, cabecea el balón ante la defensa de los RailHawks de Carolina. (Primera Hora / Jose L. Cruz Candelaria)
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Esteban Pagán Rivera / Primera Hora
Por 75 minutos, todo parecía que los puntos se iban a repartir entre los Islanders de Puerto Rico y los RailHawks de Carolina.
Sin embargo, el que persevera triunfa. A pesar de no tener una de sus mejores noches, la Tropa Naranja aprovechó un penal en el minuto 75 para soltar su juego ofensivo y así apuntarse ayer una victoria sobre los RailHawks de Carolina, 2-0, en un poco concurrido, pero ruidoso estadio Juan Ramón Loubriel.
Con el triunfo, los naranja escalan al segundo lugar de la tabla de posiciones de la United Soccer Leagues al sumar 50 puntos, con tres partidos aún por jugar. Los Islanders sobrepasaron a los mismos RailHawks, y de una vez, extienden su “apadrinaje” sobre el club de Carolina del Norte. En siete partidos entre ambos, los Islanders no han perdido ninguno de ellos.
Cristian Arrieta, quien hasta ahora ha sido automático cobrando la pena máxima, marcó su décimo gol de la temporada para la primera anotación de los naranja, y John Krause cabeceó al fondo de la malla un tiro de esquina cobrado por Jonathan Steele en el minuto 81 para marcar el 2-0 definitivo en un partido que, durante la primera parte, no prometía mucho.
En la primera mitad, parecía que ninguno de los clubes ganas de jugar un martes. Islanders y Railhawks luchaban por establecer posesión del balón, pero ninguno de los dos pudo correr su plan de juego.
Sin embargo, a medida que pasaron los minutos, la Tropa Naranja ganó más confianza y la primera mitad finalizó, justo cuando el partido se viraba a favor de los locales.
Comenzó la segunda parte, y los Islanders seguían dominando el balón, pero sin causar peligro. Los RailHawks, por su parte, sí pusieron a trabajar a Gaudette en las pocas oportunidades que tuvieron en los primeros 20 minutos de la segunda mitad. El partido se tornó físico, y quedó claro que no existe amistad alguna entre ambos clubes. En el 74, Josh Hansen, quien había sustituido al boricua Andrés Cabrero apenas cuatro minutos antes, se fue en escapada y provocó un fuerte empujón del portero Patterson-Sewell, y el árbitro principal no dudó en pitar el penal, cobrado por Arrieta.
El gol desmoronó por completo a los RailHawks, mientras los Islanders olían sangre. En el 81, Steele conectó con Krause, quien perforó la malla por quinta vez en la temporada.
Así las cosas, los naranja sacan seis valiosos puntos de sus dos partidos locales y hoy mismo tomarán un avión rumbo a Minnesota, donde el septiembre de “pesadilla” continuará con una visita mañana, jueves, al Thunder.
“La carga del juego de hace dos noches se mostró en la primera mitad. No llegamos muy bien a los balones sueltos. Ellos (Railhawks) jugaron muy bien, son un buen equipo y se mostró porque están entre los primeros lugares”, manifestó Colin Clarke, técnico de los Islanders. “En la segunda mitad logramos subir el nivel, y eso nos llevó a sacar el partido”, concluyó.