Recibimiento Con el trofeo y la monostrellada en la mano, el onceno boricua llegó ayer a Puerto Rico y fue recibido por decenas de fanáticos en el aeropuerto Luis Muñoz Marín. (Especial El Nuevo Día / Alberto Bartolomei Balay )
lunes, 1 de noviembre de 2010
Sara del Valle Hernández / Para Primera Hora
La clave para que los Islanders de Puerto Rico pudieran finalmente saborear un campeonato se define con una frase muy sencilla: trabajo en equipo.
De esta forma lo resumió Colin Clarke, dirigente de la Tropa Naranja, a su llegada a la Isla ayer en la tarde luego que sus muchachos obtuvieran el campeonato de la Segunda División de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (USSF-2) al empatar, 1-1, en su partido de vuelta con los RailHawks de Carolina.
“Es un nuevo equipo, con muchas caras nuevas que se unieron muy bien. De todos los equipos que he tenido, éste es el que más unido ha estado. No ha sido fácil en ocasiones, pero eventualmente pusieron al lado sus egos y entraron al terreno de juego como un solo equipo. Por eso logramos el campeonato”, apuntó el técnico.
Los Islanders fueron recibidos por decenas de fanáticos que coreaban consignas y los aclamaban. Mientras los componentes del equipo salían hacia la calle, sus fieles seguidores les pedían autógrafos y les tomaban fotos. Más de uno les agradeció la gesta sabatina. Asimismo, un grupo aprovechó para cantarle Feliz cumpleaños a Alexis Rivera.
“¡Esto es increíble! Después de todo el trabajo que se hizo, y todos los altibajos, terminamos en lo más alto… Finalmente tenemos nuestro primer campeonato y es especial. Esperamos defenderlo con éxito el año que viene”, agregó Clarke.
Por su parte, el defensa boricua Marco Vélez describió la importancia que para él tiene la conquista del título.
“Es un placer y un orgullo hacer esto para nuestro país, nuestra fanaticada. Es algo que siempre hemos tratado de lograr desde el principio. En verdad significa mucho para nosotros”, sostuvo.
Mientras, Alexis Rivera, el otro integrante boricua del equipo, agradeció el recibimiento al equipo. “Habíamos estado bien cerca de ganar el campeonato, pero gracias a Dios se dio este año”.
