Un repentino cambio de dirigente crea una polémica antes del juego
Por Luis Santiago Arce / larce@elnuevodia.com
endi.com
El fútbol boricua comenzará hoy su acción de nivel internacional en la Isla, pero sin quedar exento de las polémicas que lo han perseguido por largos años.
Con un repentino cambio de director técnico, entrando Ricardo Romano por Oscar Rosa, la selección nacional femenina de Puerto Rico se medirá esta noche (8:00) a su similar de San Cristóbal y Nevis en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón en el inicio de la acción del Grupo B en la primera ronda de la eliminatoria del Caribe, con miras a seleccionar los dos equipos de la región que verán acción en la Copa Oro 2010.
Trinidad y Tobago, que estaba supuesto a ser parte del Grupo B, fue eliminado al ser escogido como sede de una de las paradas de la segunda etapa, al igual que Cuba. Los ganadores de las cinco divisiones iniciales, junto al segundo mejor puesto, pasarán a la siguiente fase. “Tenemos una buena selección. Lo que falta es afinar los detalles, pero el equipo ha trabajado duro y el resultado se va a notar ahora’, dijo Romano a El Nuevo Día previo a una reciente sesión de entrenamiento en el Albergue Olímpico en Salinas.
Romano, argentino radicado hace décadas en la Isla, había sido designado asesor de las selecciones masculina y femenina. Su repentino cambio de funciones se produjo hace apenas un par de semanas cuando al parecer surgió algún malestar con el desempeño de Rosa, quien llevaba más de dos meses de trabajo junto a los asistentes Sergio Castro y Carlos García.
“Había que hacer el cambio por recomendación de la Comisión Técnica y no fue algo tan drástico desde el punto de vista técnico. Ya ‘Richie’ Romano estaba en el proceso. Hacía falta establecer una dinámica diferente dentro de la selección (femenina)”, subrayó el presidente de la Federación Puertorriqueña de Fútbol, José ‘Joe’ Serralta.
Mientras, Rosa denunció que “esto no se supo manejar. Parece que Serralta se creyó lo que le hayan dicho, pero lo que debió haber hecho era sentarse conmigo, como lo hizo cuando me nombraron. Aquí no se ha hecho nada malo. Todo fue bien estudiado en beneficio de las muchachas y al pie de la letra, pero siguen tocando de oído y no han querido escucharme. En su momento, si me citan, se los explicaré, pero me siento bien indignado. Esto no hay cómo explicarlo y seguro que vamos a seguir peleando el caso”.
