miércoles, 5 de agosto de 2009
Esteban Pagán Rivera / Primera Hora
Bayamón. Los sellos de “sorpresa” y “Cenicienta” se les están empezando a caer a los Islanders de Puerto Rico.
Luego de llegar a las semifinales de la pasada edición de la Liga de Campeones de la Concacaf, la Tropa Naranja demostró que su gran actuación no fue mera casualidad, al superar al Toronto FC (TFC) de la Major League Soccer en la ronda preliminar de la nueva edición de la “Concachampions”.
“¡Estoy encantado! Después del gran torneo que tuvimos el año pasado queríamos regresar a la fase de grupos. El año pasado fuimos la sorpresa, pero ése no es el caso este año”, dijo el director técnico de los naranja, Colin Clarke tras el partido.
“Veremos si algunos empiezan a creer en nosotros ahora”, añadió Clarke, quien anoche vio el partido desde las gradas, ya que tuvo que cumplir con su segundo y último partido de suspensión por una expulsión en el partido final de la Copa de la Unión del Caribe. Su asistente, Adrian Whitbread, dirigió el encuentro desde el banquillo.
Según el técnico norirlandés, la estrategia de ser más agresivos en ataque rindió frutos, especialmente en la primera mitad, a pesar de no conseguir el gol. “En la segunda, ellos necesitaban el gol y empezaron a empujar, estaban más desesperados. Ya ahí se veían las piernas cansadas y estábamos jugando contra un buen equipo con jugadores de calidad. Pero en general, los muchachos estuvieron magníficos”, sostuvo.
Por su parte, el técnico del TFC, Chris Cummins, señaló: “Sabíamos que teníamos que resolver su defensa. Tuvimos nuestras oportunidades pero son muy duros y eso prevaleció en los dos partidos”.