Reunido con la Tropa

Bayamón – Durante varios días el mediocampista haitiano James Marcelin vivió como todavía lo hacen muchos haitianos en ese país tras el terremoto que los sacudió.

Durmió en las calles a merced de lo que pudiera pasarle, vio personas heridas y muchos cadáveres en estado putrefacto tirados en las carreteras.

Ayer, sentado en las gradas del estadio Juan Ramón Loubriel recién llegado de su país, respiraba más tranquilo, pero no podía alejar de su mente el sufrimiento de las personas que dejó atrás.

“Yo estaba en el segundo piso de un edificio. Cuando sucedió, todos salieron a la calle para ver qué pasaba”, contó Marcelin sobre el momento en que el terremoto de 7.0 grados estremeció su país.

El hombre dijo que se encontraba dentro de un edificio ubicado a 15 minutos de Puerto Príncipe. “No sabíamos qué estaba pasando. Cuando salimos vimos las casas rompiéndose”, añadió.

Luego del sismo, y en medio de caos reinante por la falta de ayuda y las réplicas, Marcelin se encontró con mucha gente deambulando en las calles sin tener un lugar donde quedarse y sin saber qué hacer.

Marcelin, quien tuvo la oportunidad ayer de compartir con algunos de sus compañeros de los Islanders (Marco Vélez, Alexis Rivera) criticó al presidente de su país, René Preval, porque no se ha comunicado con el pueblo. “El debió haber dicho algo y no ha dicho nada todavía sobre la situación y sobre los planes que hay para el futuro. El Presidente no ha hecho nada por nuestro país”.

El jugador, que en estos momentos es agente libre, indicó que su familia se encuentra bien.

En cuanto a sus compañeros del equipo nacional de fútbol, manifestó que todavía no se sabe del paradero de algunos de ellos. “Ahora mismo tengo un montón de compañeros de equipo que no he visto ni sabido de ellos, no sabemos dónde están. Hay que esperar que pasen los días y los meses para ver quién murió y quién no”.

Marcelin exhortó a las personas que ayuden a Haití con algo más que dinero. “Las personas en Haití no necesitan tanto el dinero, necesitan comida, agua, ropa… Estamos esperando por un nuevo Haití”.

Bendita tecnología

Cuando Eduardo Cantore y Jeannette Quiñones oyeron los primeros informes sobre el sismo pensaron rápidamente en los dos jugadores haitianos de la plantilla de los Puerto Rico Islanders: Fabrice Noel y James Marcelin.

Como seguidores de la Tropa, se dieron a la tarea de tratar de comunicarse con Marcelin por algún medio electrónico, pues Noel estaba fuera de Haití.

“Estábamos muy preocupados por la salud y bienestar de él y su familia, y nos pusimos en contacto con una prima por mensajes de texto y la prima nos comunicó que estaban bien”, dijo Quiñones.

La mujer señaló que finalmente se comunicaron con Marcelin el lunes mediante un mensaje de texto. Al otro día lograron comunicación por Facebook.

Fue Cantore, empleado de la compañía MN Aviation, quien logró traer el jueves a Marcelin. “Tratamos de traerlo el martes, pero no se pudo porque no podía llegar hasta el avión. El piloto lo tuvo que buscar en la puerta del aeropuerto para traerlo”.