
Cuando la Tropa Naranja busque ganar su segundo juego contra Cruz Azul, lo tendrán que hacer tomando en consideración los efectos que tiene la altura de Ciudad de México.
Respirar en una superficie sobre el nivel del mar, donde el oxígeno es más escaso que otras áreas puede causarle problemas incluso al mejor atleta. Este panorama se complica si se junta a la contaminación concentrada en el área que muchos equipos de esta región han utilizado a su favor en los juegos locales.
Es por eso que, tras sopesar las opciones, la dirección de los Islanders delineó un plan preparatorio para dicho viaje. Incluso llevarán a su doctor al viaje para atender las necesidades de los jugadores.
“Se hicieron consultas sobre ese particular y, aunque lo ideal hubiera sido ir a varios días antes, hubo que sopesar el hecho de que era importante tener un partido de preparación antes. El último juego que tuvimos fue precisamente contra Cruz Azul y no hemos jugado desde entonces”, declaró el alto directivo de los Islanders, Jorge Pierluisi.
Es por esto que los isleños saldrán el martes a Texas y no ha México con miras de jugar un juego de fogueo contra el club de Austin, que debuta como equipo de expansión de la United Soccer League (USL).
“Fue una recomendación del ‘staff’, que era mejor hacer el partido de preparación y de ahí seguir a Ciudad de México” comentó. El onceno primero practicará el lunes a las 4:00 p.m. en el estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón y al día siguiente saldrán a las 8:30 a.m. en un vuelo de Continental hacia Austin, Texas.
“Van para Austin y se quedan allá hasta el tres (de abril), que es el día del partido. Salen el 5 (abril) para Ciudad de México”, comentó. El juego contra el Cruz Azul será el 7 de abril en ‘La Cementera’.
“Los va a acompañar por primera vez nuestro médico Magdiel Mayol que va a estar tomando las medidas necesarias respecto al acoplamiento”, dijo.
Tras ganar el partido de ida 2-0, los Islanders poseen una ventaja que buscarán defender como visitantes como parte de la serie semifinal de la Liga de Campeones de la CONCACAF.
El lleno total que hubo en el estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón, donde se congregaron más de 12,500 fanáticos. “Vivir ese respaldo masivo no hay duda de que tuvo un efecto positivo”, dijo Pierluisi.
“Los ánimos están altísimos. Están súper enfocados porque reconocen la importancia del partido que van a jugar”, señaló. “Y sobre todo después del espectáculo que vivimos despides del 27 marzo donde por primera vez los bomberos cerraron el estadio”, sostuvo.