Esteban Guevara

petoEn noviembre de 1979 vine al mundo en San José, Costa Rica. Si bien en aquel momento era el tercer hijo de la familia Guevara Solís, (casi dos años después llegaría el cuarto y último) me correspondió ser el mayor de los varones, por tanto, el primero al que le fue inculcada una linda pasión como lo es el futbol, según se acostumbra en mi país.

En ambos ramajes de mi familia ha habido futbolistas: mi abuelo materno jugó en primera división en la llamada ‘época de oro’ del balompié nacional; un primo de mi otro abuelo fue uno de los primeros costarricenses en jugar en España; un hermano de mi abuela materna debutó con el Deportivo Saprissa; y mi papá militó varios años en segunda división. ¿Y yo? bueno, dicen que yo soy un buen amigo…

A los 18 años de edad tuve oportunidad de conformar el equipo profesional de mi ciudad, Coronado, pero resultó una experiencia muy breve por culpa de mi poca voluntad en aquel entonces. Hoy, 16 años después de eso, lucho por alcanzar la meta a la que renuncié en 1998. Las circunstancias, eso sí, son diferentes; ya no corro detrás de un balón ni sudo la camiseta, ahora me esfuerzo investigando y redactando, empleo la cabeza ya no para buscar anotar en un tiro de esquina, sino para procurar emitir un criterio más o menos atinado que le permita a la gente informarse del acontecer futbolístico.

En mi formación académica destaca primero la más valiosa escuela: la educación de mis padres. Posteriormente continué aprendiendo en el Colegio Calasanz y luego en la Universidad de Costa Rica, (UCR) donde incluso en algún momento logré disfrutar de una beca deportiva, ¿por hacer qué? pues claro, ¡jugar futbol!

En la UCR estudié Filología Española, una carrera que valoro muchísimo debido a que me facultó para expresarme por escrito, mi más gratificante tipo de comunicación. Así, comencé a trabajar para futbolboricua.net en junio de 2013, en lo que ha sido una agradable experiencia que me permitió confirmar que ya estaba listo para “lanzarme al agua”, como reza la popular frase.

En esta empresa comparto las mismas aspiraciones que quienes la conforman, por lo tanto, trascender se convierte en el máximo trofeo que anhelo, y con mucho esfuerzo y muy pronto la debida preparación en periodismo, estaré anotando los goles para conseguirlo. ¡Pura vida y vamos al fútbol!